miércoles, 30 de octubre de 2019

Detenciones ilegales y desapariciones: prácticas dictatoriales que protagonizan las movilizaciones de octubre


Detenciones ilegales y desapariciones: prácticas dictatoriales que protagonizan las movilizaciones de octubre

El día lunes Las Calilas estuvieron presentes en dos ruedas de prensa en las que se ofrecieron declaraciones sobre la situación actual de detenciones ilegales y desapariciones. Estas tuvieron lugar en primera instancia en la Fiscalía Centro Norte de Santiago a cargo de la  Defensoría Popular, mientras que la segunda se llevó a cabo en el monumento de las mujeres víctimas de la violencia en tiempos de dictadura por la Colectiva Autónoma Feminista. 

Si bien este escrito no viene a entregar respuestas, tiene como pretensión aterrizar cierta información necesaria, pues así como las redes sociales nos han aportado información bastante rica en contenido, éstas -de manera simultánea- pueden ser un arma de doble filo. Para no caer en el error de creer ni replicar información inadecuada conocidas como las “fakes news”, sólo debemos mantenernos alertas y revisar fuentes.  La situación actual es muy delicada y lo último que necesitamos es sensacionalizar lo que está sucediendo en el territorio como si de un espectáculo se tratara o, peor aún,  volver a victimizarnos. Hemos tardado años en salir de ese pozo oscuro al que la democracia postdicatorial quiso llevarnos, y no,  no es necesario volver  allí. Tal y como lo  mencionó  en algún momento Silvia Federici, ante el dolor y el odio es mejor armarnos de herramientas que esas mismas sensaciones nos proveen, antes que sucumbir al estancamiento y la paralización por la revictimización.

Lo primero es indicar que efectivamente se están repitiendo prácticas propias de la dictadura –al menos de manera masiva - sin estar en una. La abogada Betsabé Carrasco Orellana de la Defensoría popular  nos  dice  que a la par de las manifestaciones inició algo que con el pasar de los días se pudo observar como una práctica sistémica, es decir: las detenciones ilegales, dentro de las cuales las violaciones a los DDHH fueron y continúan siendo el estándar por parte de la policía y los militares. 

¿Qué es una detención ilegal? La abogada señala  que sucede cuando la policía, a la hora de detener a una persona, no lo está haciendo a través del procedimiento correspondiente. Y bajo el escenario actual, éstas se caracterizan por la detención a personas de manera arbitraria y que además no pasan por registro.  Es justamente en este espacio difuso donde las violaciones a ddhh entendidas en torturas, violencia desmedida y abusos sexuales encuentran lugar. Al parecer las detenciones, más que el castigo mismo de la privación de libertad, tiene como finalidad la entrega de un mensaje a la sociedad. 

Muches pensarán que las personas detenidas son quienes están a la cabeza de algún movimiento social, personas activistas y/o politizadas y sí, claro que varias de estas caracterìsticas están siendo víctimas de estos hechos,  sin embargo, no son sólo elles sino que también ha habido un número considerable (por sobre todo originarias de sectores y clases humildes) que sin pertenecer a ningún espacio movilizado están el día de hoy denunciando a través de la defensoría y otros grupos jurídicos.

De los alrededor de 40 casos que está manejando la Defensoría, la realidad es una y apunta a un proceder que se replica en el resto del territorio chileno ¿Casual?

En cuanto a las desapariciones nos importa aclarar que mucho se ha hablado de ellas y claro está que no es por una cuestión de rumoreo. Efectivamente tanto la defensoría (en conversaciones de pasillo) como la Colectiva Autónoma Feminista precisan que la información es cierta. Ahora lo que ha generado problemas en cuanto a las desapariciones ha sido la poca responsabilidad que se ha tenido en cuanto a la veracidad de la información. El punto aquí no es la burocracia ni mucho menos el amarillismo, pero tal y como lo hablábamos al comienzo, la información desvirtuada nos saca de foco y resta energías.

La declaración que entrega La Colectiva Autónoma Feminista, dentro de una serie de elementos fundamentales que menciona,  viene a visibilizar el trabajo y las demandas que los movimientos feministas han gestando desde hace bastante tiempo y que sin lugar a duda han quedado socavadas en esta revuelta social. Ponen énfasis en la violencia sexual como práctica devenida del estado que se ha ido propiciando durante los días de octubre, al igual que las desapariciones de mujeres. Son serias y meticulosas en mencionar que lo que está sucediendo es real y no se trata de falsa alarma, por el contrario, es un tema urgente que como mujeres y lesbianas feministas nos corresponde alertar.

Bien lo dicen ellas, bien lo han dicho muchas otras personas: las mujeres somos un motín de guerra. Nuestros cuerpos son campos de batalla y en un estado de emergencia como en el que estamos al día de hoy, nuestras cuerpas son un foco de mira. Las prácticas patriarcales devenidas de la guerra son estratégicas y en este caso, al igual que lo fue en dictadura, responden a un porqué. 

En ese sentido, el llamado es que estemos atentas/os/es a lo que está sucediendo. A la fecha  25 personas han perdido su vida en este marco de movilizaciones. El día de ayer los balines llegaron a un observador de Derechos Humanos y no, no fue accidental. Siete balines no llegan de manera equivocada a una misma persona. Los perdigones y balines que han cegado y/o afectado a más de 100 personas no se dirigieron “sin querer” a los ojos. Los secuestros, detenciones ilegales y desapariciones corresponden a algo más que un mero castigo y las amenazas no son un simple decir. Rita Segato nos ha advertido sobre cómo la violencia puede ser una performance, un espectáculo que es capaz de entregar un mensaje claro y potente a la sociedad. De este modo, la violencia no se ejerce sólo de manera específica contra quienes el Estado se puede ensañar, la violencia penetra más hondo de lo que podemos imaginar y para ello no es necesario estar en primera fila.

Acorde con todo lo mencionado y para ir finalizando, de lo que estamos siendo testigo y víctimas al día de hoy ¿podría estar relacionada a una nueva doctrina del shock? ¿Será que a esta generación que perdió el miedo porque no tiene nada que perder se le (nos) debe recordar/dar a conocer que el terror es real? De ser así ¿cuál es su pretensión? ¿Qué es lo que hay detrás? Muchas hipótesis podríamos comenzar a barajar, pero por lo pronto este escrito nos invita a que reflexionemos con altura de miras sobre los hechos que nos rodean y a que por supuesto no bajemos la guardia.

Fotografía: Felipe Mardones

PD: Si deseas los audios de las declaraciones envíanos un correo a nuestro contacto: bloglascalilas@gmail.com


Declaración de la Colectiva Autónoma Feminista sobre desapariciones en el marco de las movilizaciones de Octubre



Declaración Colectiva Feministas Autónomas: Desapariciones 

Lunes 28 de Octubre 


Estamos el día de hoy acá las feministas autónomas, las lesbianas feministas antirracistas y estamos de negro, estamos de luto por todos los crímenes, las torturas y las violaciones que se han cometido en nuestro país, en este gobierno, en este pseudo gobierno que se considera democrático y que ha hecho hoy día un cambio de gabinete trucho, por eso estamos acá y queremos declarar:

Somos mujeres y lesbianas feministas, autónomas, antirracistas y sobrevivientes de las diversas expresiones de la violencia patriarcal ejercida sobre nuestras cuerpas, hoy decimos fuerte y claro que nos declaramos en estado de rebeldía.

Advertimos que tal y como ocurrió hace 40 años, se está gestando un pacto en que la clase política desde diferentes frentes está negociando nuestra lucha popular bajo principios neoliberales que siguen sosteniendo una cultura patriarcal. Denunciamos que estos principios han permitido el saqueo estatal permanente de nuestros saberes, cuerpas y territorios. Así nos transformaron en recursos a disposición del mercado a través de una política de exterminio y precarización. Éste nos encarceló en el lugar donde la violación de derechos fundamentales es empleada para defender una democracia que no es tal, pues siempre ha pertenecido a un grupo privilegiado. Han naturalizado que la excepción sea el orden y que, sin ningún apego al estado de derecho que dicen defender, implementen en las ciudades la misma práctica terrorista estatal que criminalizó y militarizó el Wallmapu  y otras comunidades en resistencia.

El actual estado de emergencia nos afecta particular y diferenciadamente a las mujeres, cuestión que se demuestra en los casos de violencia política y sexual perpetrada por miembros de la fuerza del orden que se han denunciado y que hacen parte de la tradición documentada de este aparato de represión estatal en toda Latinoamérica. Para nosotras no existen tiempos de paz.

Enfatizamos que los medios de comunicación masivos también son responsables, pues siguen mintiendo y ocultando información subordinados al discurso del gobierno, invisibilizando las evidencias sobre saqueos permitidos, realizados y/o instigados por la autoridad policial. Reconocemos en esta práctica sin ética, un objetivo: desinformar para infundir miedo y dividir al pueblo entre violentistas y pacifistas. Esto para justificar la violencia militar que se valora como legítima, restauradora de un orden que sólo nos ha empobrecido en su más amplia definición. Por esto último es que no transamos con el mentiroso discurso de unidad, no puede existir unidad sino se tienen en cuenta las injusticias territoriales de clase, raza, género, sexo y  sexualidad que nos atraviesan.

Este territorio lo habitamos distintos pueblos: gente indígena, migrantes y chilenas. Por eso destacamos y promovemos la acción territorial por los discursos de unidad homogeneizan exigencias y demandas para excluir lo que nos  diferencia. Hemos comprendido que hay cuerpos que importan y otros que no. Nuestras  cuerpas no importan y por lo mismo expresamos nuestra real preocupación por las mujeres que viven en la calle, mujeres indígenas, defensoras de la tierra, lesbianas, migrantes, trans y estudiantes.

Queremos agradecer a las comunidades insurgentes que hayan denunciado a la violencia sexual y política durante estos días, que hayan tenido la valentía de hacerlo. Y queremos aclarar a las mujeres, a las lesbianas, feministas, a las pobladoras, a las trabajadoras y a las disidencias que toda la información que hemos difundido sobre mujeres desaparecidas en estos 11 días de octubre en rebelión a la dictadura instalada por el gobierno de Piñera, no es información falsa.  Precisamos que la información se modifica diariamente, lo que es producto del proceso de verificación y seguimiento de la información que estamos realizando. Y destacamos nuestras fuentes son confidenciales y no las vamos a revelar. Denunciamos que la falsedad está en otros como la prensa oficial que mantiene oculta la información sobre violencia política y sexual y que a partir de que hemos roto el cerco mediático han tenido que empezar a decirlo durante los últimos días. De ahí que hacemos un llamado a no dejarse engañar ni confundir con estrategias políticas que está más que demostrado que sólo desvirtúan la realidad de lo que hoy está ocurriendo en Chile. Las mujeres más que nadie sabemos que en un estado excepción, nuestros cuerpos son un motín de guerra.

Denunciamos una puesta en escena de este gobierno para ocultar torturas, desapariciones, violaciones y asesinatos. Lo que se pretende es no asumir la crisis de la institucionalidad en la que Chile habita hace 46 años. Esto especialmente ante la llegada de los observadores de la ONU, el Oasis patriarcal capitalista neoliberal de estos 30 años de falsa  democracia se desploma y se devela la cruda realidad que vive nuestro territorio precarizado, saqueado y sacrificado en post de un supuesto desarrollo que sólo nos ha traído despojo cultural, territorial y sexual.

Finalmente, las feministas autónomas y lesbianas feministas antirracistas declaradas en rebeldía reiteramos el llamado urgente a no dejarse engañar por las instituciones y su discurso artificial de unidad que sólo busca perpetuar el modelo y fortalecer el nacionalismo y el racismo que siempre ha imperado en Chile. Las lesbianas feministas y feministas autónomas estamos en rebeldía hoy.


Adjuntamos el siguiente link: declaración-feministas-autónomas



Defensoría Popular: Detenciones ilegales y violación de los DDHH


Defensoría Popular: Detenciones ilegales y violación a los DDHH

Lunes 28 de Octubre

Señalar que los primeros días de manifestaciones hubo  una situación que consistió en que la mayoría de las detenciones se declararon ilegales. Qué significa eso: que los tribunales de garantía, los jueces  de garantía al controlar la detención se dieron cuenta que los procedimientos de detención no se hicieron de manera adecuada y por tanto señalaban básicamente que la detención había sido ilegal. Por ejemplo, si se detenía a alguna persona con mercadería cerca de un establecimiento que había sido saqueado y se le acusa del delito de “robo en lugar no habitado” -que es el típico delito del saqueo- pero no había ningún antecedente que las cosas que tenía la persona efectivamente hayan sido producto de un saqueo. Hay que tener presente que los saqueos fueron masivos  y fueron también bastante rápidos. Y muchos de estos saqueos se produjeron también porque mucha gente dejó mercadería fuera y también recogieron cosas que encontraron en el camino (…) entonces hubo muchas detenciones ilegales que se produjeron porque oficiales hicieron mal o levantaron muy mal los antecedentes investigativos, hicieron actas de incautación incorrectas e incluso falsearon actas de incautación.

Y por otro lado, particularmente en Valparaíso, el día de ayer (domingo 27) en la marcha más grande de Valparaíso se detectó que muchas detenciones en que los oficiales de la policía detenían a una persona, la soltaban después de un par de horas sin que existiera ningún tipo de procedimiento policial. Y obviamente, el hecho de tener a una persona detenida sin causa ni justificación también podría ser causa de una detención ilegal. En todo este marco de detenciones ilegales y situaciones de esta naturaleza se han detectado también violaciones a los DDHH: tortura, amenazas de muerte, violencia y otros delitos cometidos por funcionarios policiales y militares

En todas las regiones del país se han constatado situaciones similares, al menos respecto de la derivación de  ilegalidad de las detenciones por esos mismos procedimientos y sobre todo, porque también hay una saturación del sistema que no da abasto al recibir tantos casos. Se volvió difícil hacer cada procedimiento policial de una manera adecuada, entonces estas omisiones son  una práctica sistemática. Ahora, obviamente, la declaración de ilegalidad depende mucho del juez de garantía que tenga a cargo y los jueces de garantía que, si bien, tienen que garantizar los derechos de los y las imputadas, muchos tribunales también tienen criterios muy restrictivos y conservadores. En Santiago por ejemplo se han decretado la mayor de las ilegalidades de la detención, pero las prácticas de violación a los DDHH ocurren en todo el territorio.

Ahora sólo como defensoría hemos recibido alrededor de 40 denuncias de tortura, violencia innecesaria y básicamente relacionada con el hecho de accionar con armas de fuego, básicamente perdigones a civiles y también varios delitos de amenazas en contra de activistas, defensoras de derechos humanos, y también gente que tiene cierta participación política como voceroas/s, etc.



domingo, 27 de octubre de 2019

La falsa paradoja del caso chileno: ¿estabilidad de qué y quiénes?

El extranjero se pregunta sorprendido: "¿qué pasó con el país 'ejemplar' de América Latina? ¿Qué pasó con el país que aparenta una histórica estabilidad institucional?". La lavada imagen de Chile esconde que esa estabilidad es justamente una apariencia producto de 17 años de terrorismo de Estado: genocidio, tortura, desapariciones, violaciones, censura. Pasó que los 17 años de dictadura criaron a generaciones aterrorizadas y despolitizadas. La represión vivida en esos años se mantuvo durante décadas en los cuerpos que crecieron en toque de queda. Tuvo que pasar mucho tiempo para que el miedo soterrado se pudiera ver en retrospectiva y ya no de manera victimizante y descontextualizada como lo monta el Museo de la Memoria y los DDHH, sino considerando que se trata de disputas políticas y de cómo el modelo neoliberal se logró imponer: mediante la violencia y la muerte. "Miren como nos hablan de libertad", cantaba Violeta. Denme un ejemplo donde el mercado haya triunfado sin matar. Lo estable de la  institucionalidad política chilena ha sido constituirse históricamente desde el conservadurismo, fascismo y autoritarismo. Las excepciones a esa tendencia fueron duramente boicoteadas y posteriormente, exterminadas. Y a eso le llaman estabilidad. Dicen en el extranjero que en Chile hay muchas riquezas, que en ese oasis están los mejores sueldos sudacas, pero no saben cuánto cuesta la vida ahí entre la cordillera y el mar, donde la gente se endeuda eternamente para sobrevivir. Pero pasó que nacieron generaciones herederas de la dictadura, que no fueron masiva y sistemáticamente secuestrados, quemados, electrocutados, asesinados. Si bien la política de muerte continuó de manera invisible durante la democracia neoliberal, lxs nietxs de la dictadura hemos tenido la posibilidad de politizar la historia reciente sin el terror inscrito en nuestros cuerpos y hemos vinculado esta herencia con la vivencia de la violenta desigualdad. Es la alegre rebeldía de lxs estudiantes que fueron juntando experiencia organizativa desde el 2006 y el 2011, exigiendo educación gratuita y de calidad para todxs. Hemos tenido el ejemplo del pueblo mapuche, que lleva desde mediados del siglo XIX resistiendo y luchando contra el terrorismo colonial del Estado chileno. Y es también el aporte fundamental del movimiento feminista que ha levantado la consigna “contra la precarización de la vida”, reflejada en las demandas que vemos hoy en las calles. Las oligarquías blancas chilenas fantasean con la estabilidad de su grotesca acumulación, pero el pueblo y su memoria de lucha, revitalizada hoy por la recuperación de la dignidad colectiva, se está reapropiando de la historia. 

viernes, 4 de octubre de 2019

Discutiendo y desblanqueando el #metoo


Cuando pienso en el movimiento #metoo y la ola de denuncias que se comenzó a hacer visible mediáticamente desde el 2017 y 2018, tanto en la escena cinematográfica como en espacios universitarios, me surgen muchos sentipensares encontrados. Por un  lado, me sentí satisfecha y aliviada con las tomas de universidades en Chile por los abusos de profesores y compañeros universitarios el 2018. Sentí que venía brotando una semilla que muchas compañeras estuvieron sembrando años atrás, poco a poco. Pero por otro lado, sentía una incomodidad con cierto facilismo e hipocresía. El 2017 una compañera de Universidad fue acosada y abusada por un compañero, y la respuesta de varias compañeras feministas fue dolorosa, ya que cuestionaron a la compañera y no fue apoyada. No puedo explicar cómo, pero al año siguiente el feminismo aplicado en lo personal se legitimó y politizó. De un momento a otro todes eran feministas y dueños de la moral juzgando a medio mundo por juntarse con ciertas individualidades y machos "patológicos". Nadie se disculpó con la compañera cuyo relato no fue acreditado el 2017. El dicho “después de la guerra, todos son capitanes” me hacía mucho sentido cuando pensaba lo fácil que era juzgar ahora que el principio de creerle a las compañeras se validó socialmente. Y no quiero que se mal entienda: es una señal positiva que esté en proceso de legitimarse el feminismo dentro de nuestras relaciones sociales y sexualidad. El problema es cuando solo algunas personas se ven beneficiadas de esto, qué soluciones proponemos frente al abuso a corto y largo plazo (¿punitivismo, racismo?) y  qué lectura hacemos de estos procesos en términos de contexto histórico, por ejemplo.

Y, aquí va otra situación que me incomodó en su momento: una conocida euroblanca me comenta respecto al movimiento anti-acoso de la universitarias en Chile: “qué bueno que ahora está pasando eso en Sudamérica, en Alemania pasó en los años 70…”. Yo quedé media descolocada con la relación que estableció, entendiendo el movimiento feminista como uno universal y como un proceso lineal que se transmite de Europa al sur, como si Europa fuera la vanguardia a seguir. Respecto a esta idea de un feminismo universal pensaba entonces, ¿es posible traspasar casos específicos de mujeres privilegiadas a otros contextos? Tal vez hace eco en otros sectores privilegiados, como los espacios universitarios, pero, ¿qué pasa en el ámbito laboral? Es más difícil hacer acusaciones porque está la amenaza del despido y de caer en la vulnerabilidad económica.

Sin embargo, un tiempo después me di cuenta que estaba haciendo una pregunta sesgada por lo que los medios han construido como “el inicio” del movimiento. El #metoo no lo inició el blanco y glamuroso Hollywood en 2017, sino Tarana Burke en 2006, abogada afroestadounidense cuyo aporte es invisibilizado. La pregunta que me hacía entonces debía ser formulada al revés: ¿cómo se transformó el movimiento #metoo al ser apropiado por mujeres de sectores privilegiados? No es primera vez que sectores blancos se apropian de consignas y demandas de personas racializadas sin reconocer la labor y objetivos políticos originales de estas últimas. La misma Tarana Burke señaló que el foco del movimiento se ha puesto en celebridades blancas de Hollywood y hay voces que han pasado desapercibidas, como las de mujeres racializadas, indígenas, personas queer y transexuales. Es un tema complejo que tiene muchas aristas que se pueden discutir, pero una de las tareas que quedan luego de este pequeño mejunje de debates, es elaborar memorias feministas que reconozcan y reivindiquen a las múltiples mujeres en sus particulares contextos, los aportes que han hecho y no reducir lo que entendemos bajo feminismos a rostros y relatos (euro)blancos. 
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Tarana Burke, iniciadora del movimiento #metoo en EEUU.


Por un 1° de mayo feminista: traer lo reproductivo al centro

¿Qué queremos decir con 1° de mayo feminista? ¿Qué reivindicamos?  En el día internacional de lxs trabajadorxs, retomamos la politización d...