Tiempos intensos, tiempos movedisos, la arremetida feminista llegó para quedarse, ando cuestionando y escudriñando, vamos camino a la huelga del 8 de marzo y la pienso. Una huelga en la que buscamos apostar por un giro intransigente al sistema y todas sus expresiones y concreciones en el cotidiano, en nuestro cotidiano. Donde se invita a cambiar la realidad desde todas las trincheras de lucha y cuestionarlo todo. En esta partida divago y navego en la cultura de amor romántico, lo que le lleva y conlleva, cómo se nos domestica en amor romántico y en qué consiste esa domesticación.
Es que hoy en día hay muchos tipos de parejas y relaciones, pero lo importante, en realidad, no es qué tipo de relación tengas, sino que, si la que tienes es la que quieres tener ya sea desde el régimen de la heteronorma o no. Transitamos en tiempos en que existe un sinfín de etiquetas para nombrar y clasificar relaciones.
Cuestiono algunos de los cimientos que existen tras la idealización del amor romántico: los celos entre pareja, el sentido de posesión sobre un otrx, hasta la misma monogamia, de cierta forma, pienso, las dinámicas de parejas están respondiendo a lo que el sistema –capitalista y patriarcal- quiere.
Cuestiono algunos de los cimientos que existen tras la idealización del amor romántico: los celos entre pareja, el sentido de posesión sobre un otrx, hasta la misma monogamia, de cierta forma, pienso, las dinámicas de parejas están respondiendo a lo que el sistema –capitalista y patriarcal- quiere.