sábado, 28 de marzo de 2020

Coronavirus en $hile: cuidados para qué y para quiénes


En un país donde la revuelta social tenía una fuerza increíble y estaba dispuesta a cambiar el modelo neoliberal que ha regido al territorio por más de 40 años, llega el coronavirus con sus particularidades y nos frena, al menos por el momento. En respuesta a esta pandemia, el gobierno, como bien sabe hacerlo, recurre a los milicos y la represión. Gente especialista en pandemias, por supuesto, de alta utilidad y ayuda. 

La (su) lógica es simple: somos una población que por más de 200 años ha estado bajo el lema “Por la razón o la fuerza”, el mismísimo "escudo nacional" nos lo recuerda. Como al día de hoy eso de la razón no tiene cabida en un escenario donde el pueblx chilene es un enemigo implacable y el virus se deja caer irrumpiendo todo obstáculo (sobre todo si se lo ponen fácil), las fuerzas armadas son las únicas que nos protegerán, se supone. Sin embargo, ¿algunx de ustedes puede respondernos cuál es la colaboración de éstos en un toque de queda nocturno?, en un país donde la gente continúa su vida tal cual como todos los días hasta las 22 horas. Con la única salvedad que ahora se sale con más miedo de lo habitual, y los grupos de espera y saturación por el transporte se incrementan por la falta de logística y tino por parte de “especialistas”.

Foto: Redfish

miércoles, 25 de marzo de 2020

Al calor de la barricada la normalidad no es opción

Santiago de Chile yace bajo la humareda hace ya dos meses. En ella se entreveran gases lacrimógenos, gas pimienta y agua del carro lanza-aguas provenientes de las policías represoras del Gobierno que buscan reprimir la manifestación, como también el humo de las barricadas, bengalas e incluso extintores originadas por lxs manifestantes como señal de resistencia ante la violencia y fuerza policial que busca poner fin a la protesta. Transcurren días de cotidiano ajetreo callejero y álgidos ánimos a lo largo de todo Chile, la opinión en las calles es dividida -o eso hace creer el show mediático de los grandes holding de la comunicación-, mucho se habla de “las formas y no formas” de protesta, de la marcha pacífica y de estar de acuerdo con el fondo -las demandas-, pero no así con el “vandalismo” de las manifestaciones.

Reiterativos discursos se entrecruzan en los medios de televisión pública y el Gobierno: “delincuentes, violentistas y actos vandálicos”. Son utilizadas horas de pantalla para hablar de saqueos, robos e incendios y para declaraciones que anuncian una “agenda de seguridad” antes que medidas dirigidas a la construcción de una “agenda social” que ponga freno a las reformas que perpetúan la precarización de nuestras vidas o a soluciones que apunten a cambios estructurales en el sistema de pensiones, salud y educación, por ejemplo.

Por un 1° de mayo feminista: traer lo reproductivo al centro

¿Qué queremos decir con 1° de mayo feminista? ¿Qué reivindicamos?  En el día internacional de lxs trabajadorxs, retomamos la politización d...