jueves, 13 de diciembre de 2018

Habitar el Wallmapu: el constante de la (s) violencia (s) institucional (es)



Arauco tiene una pena, Violeta Parra

Violeta hace muchos años atrás, nos transmitió el sentir del pueblo Mapuche,  un pueblo ancestral de 14 mil años de historia que ha debido estar en resistencia por más de 500 años conforme a la ocupación que ejerció en primer lugar España, y luego los Estados chileno y argentino en sus territorios. Estas ocupaciones, marcadas por una violencia institucional continua y sistemática, no han discriminado en edades y género, continúan propiciando un ambiente de tensión y alerta al interior de las comunidades que,  lamentablemente, ha ido en aumento durante los últimos años, donde ni las ni los niños pueden escapar de esta realidad.

Daniela Catrileo, hija de la diáspora Mapuche


Foto: extraída desde el Desconcierto.cl

Nacida en la periferia de la "Mapurbe", como acuñaría David Añiñir, en 1987. Daniela se reconoce así como Mapuche, feminista, vegana, escritora, profesora de Filosofía e integrante del Colectivo Mapuche Feminista [Rangiñtulewfü]. 

La existencia Lesbiana en tiempos del patriarcado



Mi nombre es Marisol, mujer lesbiana de 28 años, soy chilena, resido en San Cristóbal hace poco más de un año y medio. Lugar al que llegué para acompañar los procesos políticos de dos proyectos: el primero se llama Lesbianas y feministas por El derecho a la información, donde nos propusimos acompañar mediante diversas estrategias a las mujeres que deseen abortar de forma autónoma y segura. Y, el otro proyecto se denomina Rebeldía Lesbofeminista del Sur, donde apostamos por la creación política y rebelde de nuestra existencia lesbiana, desde una óptica radical feminista. Vivo en una comunidad de lesbianas en el pueblo que hoy me cobija.
Es hasta hace algunos años, que nombro lesbiana. No obstante, mi rareza y cuestionamiento profundo del régimen heterosexual es tan antiguo como mi existencia misma. No recuerdo la primera vez que escuché la palabra lesbiana, por lo mismo mis referentas son escasas y se reducen más bien a la sospecha, o a la duda de “será o no será… (lesbiana)”. Comprendo ahora como mujer y lesbiana política, que lo que no se nombra no existe. Recuerdo que desde pequeña llamaron mi atención las mujeres valientes, poderosas y raras, que se escapaban a la norma de la feminidad. Mujeres brillantes, inteligentes, generosas con sus saberes. Creo que a todas ellas las recuerdo, las llevo en mi cuerpo como el reservorio de mis primeros amores.

“las lesbianas insisten en documentar su lesbianismo.
así perseveran las lesbianas, repitiendo lo que son: lesbianas.
todas las lesbianas están hechas de mujeres que regresan a sí mismas.
Tatiana de la Tierra

Por un 1° de mayo feminista: traer lo reproductivo al centro

¿Qué queremos decir con 1° de mayo feminista? ¿Qué reivindicamos?  En el día internacional de lxs trabajadorxs, retomamos la politización d...