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jueves, 1 de noviembre de 2018

#EleNão (Él no)



La feminista comunitaria Julieta Paredes, originaria de Bolivia, a horas de los resultados de las elecciones presidenciales entregó un mensaje de amor, solidaridad y esperanza  a el pueblo brasileño: 

Los pueblos hemos enfrentado luchas por muchos años, y vamos a seguir enfrentando las luchas porque no nos podemos conformar con lo que uno va ganando, no nos podemos quedar ahí.  Es imprescindible saber que los procesos revolucionarios se los sostienen cada día (…) Las luchas, la unidad, la articulación de las esperanzas, la articulación de los sueños debe continuar. América latina  está con ustedes.
Nunca como ahora Brasil nos está doliendo a toda américa latina y, nunca, como ahora, Brasil se ha dado cuenta que Latino américa es la que la sostiene  y es la que la va a sostener porque compartimos la misma madre tierra (…) 
El feminismo comunitario está en todos esos  territorios, hermanas y hermanos, nos acuerpamos; ustedes son nuestras hermanas y hermanos, siempre vamos a estar con ustedes, siempre les vamos a estar apoyando.
 La esperanza es la que hoy cuenta, vamos a seguir las luchas; hay momentos difíciles, hay momentos más fáciles, pero nunca la alegría debe dejar de estar en nuestros corazones porque la lucha que tenemos es por la alegría y es con alegría. Hermanas y hermanos, se han enfrentado a momentos  más difíciles que estos y sé que los vamos a poder superar, juntas y juntos, así que fuerza y ánimo (…) El pueblo unido jamás será vencido, los pueblos unidos jamás serán vencidos. Fuerza Brasil, el feminismo comunitario, de corazón, les manda saludos.

   



Rato después de aquel saludo, el día domingo 28 de Octubre del presente año, Latinoamérica ha sufrido nuevamente un golpe directo a los millones de corazones que apuestan al buen vivir. En Brasil se eligió como presidente a Jair Bolsonaro, un ex oficial militar de ultra derecha que durante los últimos meses de campaña electoral nos ha tenido a muchas y muchos con un hilo en la garganta, puesto que, se ha encargado de dictar discursos caracterizados por un conservadurismo religioso y político que atenta directamente contra las libertades y la dignidad de grupos específicos; mujeres, disidencias, pobres, población de piel negra, seguidores del Partido de los trabajadores, entre otros.
En respuesta a la violencia  que Bolsonaro ha venido sembrando a lo largo del último tiempo en relación a las mujeres y didisidencias, en Brasil se articularon diversas organizaciones y colectivas feministas que dieron lugar a un gran e histórico movimiento feminista que ha tenido por consigna: #EleNão (él no) y que buscaba hacerle frente al candidato, diciéndole claramente que no aceptarían a un hombre de tales características gobernando a Brasil.
En este sentido, de acuerdo con la consigna mencionada y según lo señalado por numerosos y diversos medios de comunicación, a una semana de las elecciones salieron miles de mujeres a protestar en contra de Bolsonaro en distintas ciudades de ese gran país, generando un gran revuelo en la sociedad, pues este tipo de marcha y exigencias no  tiene precedentes.
Según lo indica el periódico Radio Universidad de Chile, quien cita los datos de la encuestadora Datafolha, a mediados de septiembre último, el candidato alcanzaba un rechazo del 49 por ciento de las electoras, cifra que intentaría dar la batalla más dura para el candidato.

Ahora, tras conocer la existencia de un movimiento feminista que se declara anti Bolsonaro, como Calilas  nos proponemos  el objetivo de comprender un poco más sobre el nuevo presidente electo, el porqué de su elección y qué desafío presenta a la sociedad su gobierno. Para responder a lo anterior, a continuación les presentaremos las palabras de dos compañeras brasileñas con las cuales pudimos contactar telefónicamente: Ana Paula Morel, Maestra en la Universidad Federal Fluminense y Poliana Monteiro estudiante de Maestría en la Universidad de Uncuyo, Argentina y profesora del Instituto Federal Baiano

Ana

 “Hoy es un día un poco difícil para hablar, muy triste para nosotros que aquí estamos en la lucha, pero sé que es muy importante estar en contacto con las y  los compa que están ahí en las otras latitudes latinoamericanas.
Ayer ha ganado la elección presidencial el candidato de la extrema derecha Jair Bolsonaro, que es un candidato que está junto con las fuerzas más conservadoras de todo Brasil, en todos los niveles. Tiene una política muy neoliberal, dice que va a hacer muchas privatizaciones, sacará los derechos de los trabajadores, y también hará grandes persecuciones a los maestros. Tiene un discurso explícitamente anti comunista. Dice que uno de los grandes problemas del país son los maestros de izquierdas. Del mismo modo, se ha encargado de realizar duras declaraciones con respecto a las mujeres, las diversidades y las y los negros”

Polliana

En este momento que es post electoral, post victoria de un candidato fascista, homofóbico, misógino, racista y que las izquierdas de Brasil no lo quieren, se nos presenta como un reto el actuar frente a una vuelta de una dictadura, una dictadura que además entra por vías democráticas porque fue un presidente elegido democráticamente.


Bajo este escenario de violencia directa comprendida en misógina, racismo, clasismo y persecución política, nos gustaría conocer, desde una perspectiva histórica, el por qué  la población brasileña le ha dado un 55% de las votaciones a un candidato que vive de las nostalgia dictatorial, y que, aparentemente, en discursos y prácticas implementará un sistema antidemocrático.


Ana

Para hablar un poco más desde un contexto histórico, desde mi visión, se permite que Bolsonaro gane la elección porque me parece que este es un momento que es el final de un ciclo de supuesta democratización del país. Pues en Brasil vivimos desde 1964 hasta fines de los 70’ y principio de los 80’ una dictadura militar  que fue muy violenta, muy autoritaria.
En la década de los 80’,  empieza el proceso de transición hacia la democratización, pero hasta el día de hoy, la realidad es que- ahora vemos- que esta transición fue hecha con muchos problemas entre medio porque los torturadores militares no fueron a juicio, muchos siguen en libertad y nosotros en el país no conseguimos crear una memoria popular.
Con respecto a lo último, más allá de que los grupos de izquierda sigan resistiendo, no tenemos una memoria popular en contra de la dictadura militar que abrace lo que fue la dictadura militar para el pueblo, que contemple sus autoritarismos y su corrupción también.
Hay un discurso muy fuerte de que la dictadura militar fue en contra de la corrupción, lo que no es verdad. Entonces eso lleva a que muchos digan que quieren la dictadura militar para combatir la corrupción.

Creo que ahora vemos las consecuencias de estos procesos, de una sociedad que no ha conseguido terminar con la dictadura, ni con sus instituciones ni con la mentalidad de sus pueblos, entonces ahora estamos mirando las consecuencias de eso”

¿Cuál es el perfil del presidente electo?

Ana

Tiene relación con los militares, tiene mucho apoyo entre ellos, pues él era un militar también, entonces es un tipo muy complicado. Van a ser años muy duros para nosotros aquí en Brasil, años de mucha lucha, lucha más fuerte contra la represión que se ejercerá.
Bolsonaro dijo hace  una semana que él quiere acabar con los rojos, ha llamado a todos para hacer un tipo de lucha contra los rojos del país. Si los rojos no van a la cárcel, tienen que salir del país.
También este candidato tiene una relación muy fuerte con las iglesias evangélicas, que son una fuerza muy grande en este territorio. Él, en parte, ha ganado  por contar con el apoyo de ellas. Es  algo muy complejo lo que se da aquí, porque tiene propuestas muy antipopulares, pero al mismo tiempo es un candidato muy popular porque tiene relación con las iglesias.
Él se presenta como un candidato contra la corrupción, que no es verdad. Se dice un candidato de la nueva política, que no tiene que ver con los otros partidos, pero la realidad es la misma, es incluso peor que la gran parte de los políticos que tenemos aquí en Brasil. 
Ha tenido mucha fuerza con este discurso de nueva política, de antisistema pero es un candidato de ultra derecha. Habla de cosas violentísimas, hace un discurso de violencia muy fuerte. Dice que tenemos que tener armas para defendernos de los bandidos y los comunistas.
Finalmente es importante señalar que ha tenido también apoyo de las grandes televisiones aquí en Brasil y, también, ha tenido mucha fuerza por la difusión de noticias falsas vía whatsapp y Facebook; ha contratado empresas para robos virtuales para difundir información falsa a su favor, entonces ha tenido mucha fuerza por eso con la población.

Polliana

Es un candidato que  ha llegado  ser expulsado del ejército por la justificación de sus malas prácticas. De ahí se dedicó a la vida política durante el resto de su vida. Fueron 27 años hasta ahora donde actuó como un político inexpresivo. Como diputado federal él aprobó apenas dos proyectos en total, durante 27 años de actuaciones.
La lectura que se hace es que sabía destilar muy bien odio, misoginia, homofobia, racismo, eso en su actuación  parlamentaria. Para mí, es la representación del mal.

Es importante señalar también que es un candidato que no acepta la crítica, sólo debe haber un conceso a sus posiciones, por eso él no participaba a los debates porque es un candidato que no tenía propuestas efectivas para la población, es muy torpe, no sabe sostener propuestas porque realmente no las tiene.

Tras este triunfo electoral de extrema derecha ¿Qué desafíos perciben para los movimientos sociales y los movimientos feministas?

Ana

Ahora estamos todos aquí muy aprehensivos, muy preocupados, intentando reunir fuerzas para seguir los próximos años. Entonces ojalá que nuestra lucha pueda tener fuerza para que Bolsonaro no consiga poner en práctica todo lo que dice que quiere hacer.
Para nosotras mujeres, yo también comprendo cómo este movimiento conservador ha tenido mucha fuerza por estar en contra de los movimientos feministas que están muy fuertes en el mundo y también en Brasil. También es una especie de reacción a todos los avances y gestiones que los movimientos feministas han logrado en los últimos años. Entonces creo que ahora va a ser un momento difícil para nosotras, para las y los compas homosexuales no sólo por las políticas que van a estar hechas por las instituciones sino que también por los grupos fascistas. Hay muchas personas que están en las calles, que han tenido más fuerza con este proceso, se siente con la policía y los mismos grupos paramilitares.
La gente que es machista ahora siente que tiene más legitimidad para hacer acciones machistas contra las mujeres, entonces va a ser un momento muy fuerte, pero por otro lado también hay una organización fuerte de las mujeres de aquí que han hecho muchas manifestaciones muy grandes,  ellas seguirán en la lucha también los próximos años.




Poliana

Bueno, aun no asume el poder, pero ya hay una persecución muy grande a los opositores de los otros gobiernos. En la época de las campañas electoral ya no se podía manifestar públicamente.
Por ejemplo, en cuanto a los medios de comunicación, en Puerto Alegre un periodista renunció a su programa radial porque al momento de realizar una entrevista a Bolsonaro ve que él no podía hacer las preguntas que quería porque estaba siendo censurado por la radio. Sólo eran permitidas las preguntas que eran a favor del candidato.
Sólo concedía a determinados medios que estaban a favor de él, como La Record que es evangelista y, muchos, el 60 por cierto de los electores de Bolsonaro pertenecen a esa iglesia.
Entonces, desde ahora, e incluso  desde antes, desde el gobierno de Temer, después de ocurrido el golpe de estado, ha existido una persecución muy grande hacia los medios de comunicación alternativos - radios e incluso blogs- si se presentaban críticas al gobierno de Temer y a la candidatura de Bolsonaro.
Eso que les menciono es atípico, incluso en el proceso electoral, sin lugar a duda. Es uno de los procesos más atípicos que a nosotros en Brasil nos ha tocado vivir en los últimos años.



Ha pasado de todo, pasó desde opresiones en las calles, criminalización en las protestas, incluso en los espacios de formación. En las universidades  hubo muchas intervenciones por  fomentar espacios de discusiones y críticas a lo que estaba pasando en Brasil,  y en las proyecciones de los próximos años. La semana pasada fueron 27 universidades intervenidas por la policía federal y las justificaciones era que estaban haciendo campaña electoral.


Una de estas universidades, la universidad de Río de Janeiro, en el momento que  estaban dictando una catedra sobre fascismo, dejaron y plantaron un cuerpo muerto en frente de la facultad. Entonces la lectura que se hace es  que  plantaron ese cuerpo como una amenaza contra quienes estaban implantando esta catedra contra el fascismo a favor de la democracia.


Al mismo tiempo que existen los hostigamientos, el fascismo explicito en contra de la población, existen los procesos de resistencias que ustedes de seguro ustedes pudieron acompañar, una ola muy linda que fue llevada a acabo y que sigue siendo desarrollándose todavía principalmente por mujeres, quienes impulsaron el  movimiento “Él no”.
Al mismo tiempo se formaron en todo el país grupos de trabajo que salieron a las calles a crear concientización sobre los peligros de la candidatura de Bolsonaro, los peligros que una candidatura fascista representaba, entonces fue muy bonito ver ese movimiento de resistencia que seguirá los próximos años. Es lo que nos queda ahora: resistir, porque sabemos que serán  años muy duros por una dictadura implementada por la vía democrática.


Luego de estas palabras, comprendemos que el escenario que se avecina no es nada favorable para la sociedad civil ni mucho menos para los movimientos sociales, tanto en Brasil como en el resto del continente. Por ejemplo, en Chile, tras la elección de Bolsonaro, el presidente Piñera lo felicita y le invita al país con la finalidad de estrechar lazos entre ambos territorios ¿qué podemos esperar de este encuentro? Por lo pronto, tal y como lo señalaba Julieta en sus saludos, como pueblos latinoamericanos nos toca generar redes de solidaridad y luchas en conjunto. Latinoamerica y el mundo entero está dolido.
Así mismo, no podemos desenfocar la mirada de los ejemplos que los movimientos feministas han desplegado en diversas zonas geográficas y que nos han invitado a transformar de base las diversas luchas, porque si queremos dar la batalla a este entramado de relaciones neoliberales patriarcales, no podemos saltarnos los mínimos a los cuales las feministas apostamos: el respeto y valoración hacia la humanidad diversa y colorida que somos.



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