Detenciones ilegales y desapariciones: prácticas dictatoriales que
protagonizan las movilizaciones de octubre
El día lunes Las Calilas estuvieron presentes en dos ruedas de prensa en
las que se ofrecieron declaraciones sobre la situación actual de detenciones
ilegales y desapariciones. Estas tuvieron lugar en primera instancia en la
Fiscalía Centro Norte de Santiago a cargo de la Defensoría Popular,
mientras que la segunda se llevó a cabo en el monumento de las mujeres víctimas
de la violencia en tiempos de dictadura por la Colectiva Autónoma
Feminista.
Si bien este escrito no viene a entregar respuestas, tiene como
pretensión aterrizar cierta información necesaria, pues así como las redes
sociales nos han aportado información bastante rica en contenido, éstas -de
manera simultánea- pueden ser un arma de doble filo. Para no caer en el error
de creer ni replicar información inadecuada conocidas como las “fakes news”,
sólo debemos mantenernos alertas y revisar fuentes. La situación actual
es muy delicada y lo último que necesitamos es sensacionalizar lo que está
sucediendo en el territorio como si de un espectáculo se tratara o, peor
aún, volver a victimizarnos. Hemos
tardado años en salir de ese pozo oscuro al que la democracia postdicatorial
quiso llevarnos, y no, no es necesario
volver allí. Tal y como lo mencionó
en algún momento Silvia Federici, ante el dolor y el odio es mejor
armarnos de herramientas que esas mismas sensaciones nos proveen, antes que
sucumbir al estancamiento y la paralización por la revictimización.
Lo primero es indicar que efectivamente se están repitiendo prácticas propias
de la dictadura –al menos de manera masiva - sin estar en una. La abogada Betsabé
Carrasco Orellana de la Defensoría popular
nos dice que a la par de las manifestaciones inició algo
que con el pasar de los días se pudo observar como una práctica sistémica, es
decir: las detenciones ilegales, dentro de las cuales las violaciones a los
DDHH fueron y continúan siendo el estándar por parte de la policía y los
militares.
¿Qué es una detención ilegal? La abogada señala que sucede cuando la policía, a la hora de
detener a una persona, no lo está haciendo a través del procedimiento
correspondiente. Y bajo el escenario actual, éstas se caracterizan por la
detención a personas de manera arbitraria y que además no pasan por
registro. Es justamente en este espacio difuso donde las violaciones a
ddhh entendidas en torturas, violencia desmedida y abusos sexuales encuentran
lugar. Al parecer las detenciones, más que el castigo mismo de la privación de
libertad, tiene como finalidad la entrega de un mensaje a la sociedad.
Muches pensarán que las personas detenidas son quienes están a la cabeza
de algún movimiento social, personas activistas y/o politizadas y sí, claro que varias de estas caracterìsticas están siendo víctimas de estos
hechos, sin embargo, no son sólo elles
sino que también ha habido un número considerable (por sobre todo originarias
de sectores y clases humildes) que sin pertenecer a ningún espacio movilizado están el día de hoy denunciando a través de la defensoría y otros grupos
jurídicos.
De los alrededor de 40 casos que está manejando la Defensoría, la
realidad es una y apunta a un proceder que se replica en el resto del territorio
chileno ¿Casual?
En cuanto a las desapariciones nos importa aclarar que mucho se ha
hablado de ellas y claro está que no es por una cuestión de rumoreo.
Efectivamente tanto la defensoría (en conversaciones de pasillo) como la
Colectiva Autónoma Feminista precisan que la información es cierta. Ahora lo
que ha generado problemas en cuanto a las desapariciones ha sido la poca
responsabilidad que se ha tenido en cuanto a la veracidad de la información. El
punto aquí no es la burocracia ni mucho menos el amarillismo, pero tal y como
lo hablábamos al comienzo, la información desvirtuada nos saca de foco y resta
energías.
La declaración que entrega La Colectiva Autónoma Feminista, dentro de
una serie de elementos fundamentales que menciona, viene a visibilizar el
trabajo y las demandas que los movimientos feministas han gestando desde hace
bastante tiempo y que sin lugar a duda han quedado socavadas en esta revuelta
social. Ponen énfasis en la violencia sexual como práctica devenida del estado
que se ha ido propiciando durante los días de octubre, al igual que las
desapariciones de mujeres. Son serias y meticulosas en mencionar que lo que
está sucediendo es real y no se trata de falsa alarma, por el contrario, es un
tema urgente que como mujeres y lesbianas feministas nos corresponde alertar.
Bien lo dicen ellas, bien lo han dicho muchas otras personas: las
mujeres somos un motín de guerra. Nuestros cuerpos son campos de batalla y en
un estado de emergencia como en el que estamos al día de hoy, nuestras cuerpas
son un foco de mira. Las prácticas patriarcales devenidas de la guerra son
estratégicas y en este caso, al igual que lo fue en dictadura, responden a un
porqué.
En ese sentido, el llamado es que estemos atentas/os/es a lo que está
sucediendo. A la fecha 25 personas han perdido su vida en este marco de movilizaciones. El día de ayer los balines llegaron a un observador de Derechos
Humanos y no, no fue accidental. Siete balines no llegan de manera equivocada a
una misma persona. Los perdigones y balines que han cegado y/o afectado a más
de 100 personas no se dirigieron “sin querer” a los ojos. Los secuestros,
detenciones ilegales y desapariciones corresponden a algo más que un mero
castigo y las amenazas no son un simple decir. Rita Segato nos ha advertido sobre cómo la violencia puede ser una performance,
un espectáculo que es capaz de entregar un mensaje claro y potente a la
sociedad. De este modo, la violencia no se ejerce sólo de manera específica
contra quienes el Estado se puede ensañar, la violencia penetra más hondo de lo
que podemos imaginar y para ello no es necesario estar en primera fila.
Acorde con todo lo mencionado y para ir finalizando, de lo que estamos
siendo testigo y víctimas al día de hoy ¿podría estar relacionada a una nueva
doctrina del shock? ¿Será que a esta generación que perdió el miedo porque no
tiene nada que perder se le (nos) debe recordar/dar a conocer que el terror es
real? De ser así ¿cuál es su pretensión? ¿Qué es lo que hay detrás? Muchas
hipótesis podríamos comenzar a barajar, pero por lo pronto este escrito nos
invita a que reflexionemos con altura de miras sobre los hechos que nos rodean y
a que por supuesto no bajemos la guardia.
Fotografía: Felipe Mardones
PD: Si deseas los audios de las declaraciones envíanos un correo a nuestro
contacto: bloglascalilas@gmail.com
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